domingo, 5 de agosto de 2012

Cincuenta años de un mito; "Una joven con tanta vida no podía querer suicidarse"

Hoy hace cincuenta años era encontrada muerta en su cama Marilyn Monroe, probablemente la rubia más famosa de todos los tiempos. Moría la estrella, y nacía el mito. Para todos resultan familiares los aspectos más llamativos de su biografía: infancia desdichada salpicada de abusos entre familias de acogida, tres matrimonios fracasados, dependencia de fármacos y alcohol, muerte prematura y tal vez nunca del todo aclarada...pero más allá de todo eso había una persona en constante búsqueda de afecto, y una estupenda actriz en permanente lucha por imponerse a una hermosa mujer.


A través de sus interpretaciones cinematográficas y musicales, de sus sesiones fotográficas, Marilyn se mostró tal cual era: la mujer de muchas caras, la actriz de variados registros, capaz de enloquecer a los hombres que la deseaban y gustar a las mujeres que la imitaban.

Su filmografía más destacada:

Niágara (Henry Hathaway, 1953)
Fue la femme fatale capaz de arrastrar a un hombre a su perdición, casi tanto como las famosas cataratas, en parte debido al bamboleo de caderas que provocaban unos tacones de vértigo.