Hoy hace cincuenta años era encontrada muerta en su cama Marilyn Monroe, probablemente la rubia más famosa de todos los tiempos. Moría la estrella, y nacía el mito. Para todos resultan familiares los aspectos más llamativos de su biografía: infancia desdichada salpicada de abusos entre familias de acogida, tres matrimonios fracasados, dependencia de fármacos y alcohol, muerte prematura y tal vez nunca del todo aclarada...pero más allá de todo eso había una persona en constante búsqueda de afecto, y una estupenda actriz en permanente lucha por imponerse a una hermosa mujer.
A través de sus interpretaciones cinematográficas y musicales, de sus sesiones fotográficas, Marilyn se mostró tal cual era: la mujer de muchas caras, la actriz de variados registros, capaz de enloquecer a los hombres que la deseaban y gustar a las mujeres que la imitaban.
Su filmografía más destacada:
Su filmografía más destacada:
Niágara (Henry Hathaway, 1953)
Fue la femme fatale capaz de arrastrar a un hombre a su perdición, casi tanto como las famosas cataratas, en parte debido al bamboleo de caderas que provocaban unos tacones de vértigo.